martes, 18 de agosto de 2009

¿El vivo... al Hoyo?

¿Pasan ustedes a menudo por delante de la Estación de Guaguas del Hoyo, en Las Palmas? Yo me bajo allí casi todos los días. ¿Se han fijado ustedes en ese espacio donde hay dos bancos donde sólo hay indigentes? A la hora a la que paso por allí, estas personas se están despertando. Su cama, es un banco, allí se acuestan todas las noches abrigándose con una manta. No solo me he fijado en ellos, sino en el comportamiento de las personas que pasamos por allí. Ni siquiera les miramos. El más osado piensa en cuánto le molesta aquella imagen tan violenta, a primera hora de la mañana. Algunos tienen miedo, otros sienten asco, y casi todos los demás no sienten absolutamente nada. Estas personas, no piden dinero, ni limosna, simplemente están, porque que ya ni son. Abrigadas con una manta y sus tristes recuerdos, su triste presente. No he estudiado la psicología del vagabundo ni se mucho de la psicologia en general, pero yo supongo que estas personas viven cada día nuevo de su vida como si ya lo hubieran vivido, mirando sin fijarse en nada, sin esperar nada. Me pregunto si a esa hora las personas que tienen competencias para solucionar esta situación no pasan nunca por allí...no me refiero a la caridad con condiciones de Cáritas, quien, por cierto hace una gran labor, sino a políticos, periodistas, seres humanos... ¿Estaran en la inauguración de algún nuevo telescopio de 130 millones de euros,que siga fomentando una sociedad de progreso sin humanidad? Necesitaremos un telescopio mucho mejor si queremos ver las estrellas cuando no somos capaces de ver a las personas que malviven con nosotros en la ciudad, esas radiografías humanas que caminan con más peso en el alma que en el cuerpo, como si realmente fueran hijos de un dios menor. Esto nos convierte no en culpables sino en testigos indiscretos que nos pasamos los unos a los otros el testigo de la indiferencia, y mientras no seamos capaces de pisar la línea que separa ésta indiferencia del resto de las cosas, seguiremos siendo tan pobres por dentro como los vivos del Hoyo lo son por fuera.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

...están, porque que ya ni son...

perfecto.

oye menudo analisis me acabas de exar en cara tienes toda la razón.
x cierto, el inicio de este articulo enganxa muy bien, el titulo no ha podido ser mejor y las frasesitas q metes como la q te puse arriba o la de "como si verdaderamnte fueran hijos de un dios menor" geniales.

Aíssa.

Arlene dijo...

FELICIDADES POR TAN BUEN RELATO
me encanta gara! a ver si seguimos asi!!:)
Arlene

Caelanoche dijo...

Me encantó el texto Gara, yo también paso por el Hoyo con frecuencia y me encuentro con esa situación. Conversé con uno de ellos una vez, y lo que me contó fue bastante duro.

Por otra parte, aquí ando yo, que vi tu e-mail promocionándote y también tengo un blog desde hace tiempo. No escribo sobre nada tan actual ni social (tal vez lo haga algún día) pero aún así espero que te guste.

Me encanta saber que tienes un blog, me pasaré siempre que pueda.

¡Nos leemos!

PD: ¡Espero quye sepas quién soy! xD

Anónimo dijo...

escunIgual, si hablas con ellos, e intentas ayudarlos te das cuenta que no es tan fácil. Habla con algún trabajador social que trabaje con personas sin hogar, y que te explique las dificultades de su trabajo. Es más complicado de lo que piensas.