lunes, 11 de abril de 2011

La máquina de las primeras veces


FOTO: FrankLong
Dicen, que todo es más hermoso porque hay un final. Yo opino, que todo es hermoso, sobre todo, porque tiene un principio. Hay un encanto oculto en las buenas primeras veces, dulce e inocente, que nos llena de nostalgia y daríamos todo lo que fuera por volverlas a vivir. Es por eso que he pensando, en un invento que causará furor y cambiará para siempre las vidas de todos los seres humanos. “La máquina de las primeras veces”.Iba a llamarla Gardel, por lo de querer volver...
La máquina de las primeras veces, borrará nuestros recuerdos, los que nosotros queramos, los borrará por completo. Así podremos volver a vivir sensaciones, momentos y experiencias como si nunca las hubiéramos vivido antes. Tal vez dicho así, no les parezca un hallazgo de la ciencia tan importante, pero ¿Y si les digo, que podrán escuchar por primera vez a Joaquín Sabina, oler como si nunca antes lo hubieran hecho la flor de la vainilla o ver por primera vez en la vida (otra vez) las imágenes del primer hombre llegando a la luna?

Me pregunto cómo sería de nuevo pensar por primera vez que nunca más te vas a enamorar como lo estas ahora, escuchar por primera vez un chiste de Jaimito y no saber quién es, oír hablar de un tal Shakespeare y flipar con su ocurrencia: “Ser o no ser, esa es la cuestión”. Con esta máquina generadora de primeras veces, no tendríamos prejuicios acerca de la Corrupción Política, ni estaríamos tan hartos de sus mitines e inauguraciones fraudulentas de última hora y pensaríamos:”¡Qué majos, con lo liados que tienen que estar y nos inauguran aeropuertos para que paseemos!”. También viviríamos por primera vez sin desvanecer en el intento, la sensación de querer un mundo mejor, sin estereotipos basura ni frases hechas y miraríamos otra vez la vida con ojos niños, remangandonos y gritando:" ¡Venga!, ¿Por donde empezamos a arreglar esto?"

Se que están pensando que jugaría en nuestra contra la falta de la valiosa experiencia pero quizá también construríamos nuevos puentes y toda suerte de desconocidas vías de comunicación. Volveríamos a leer la Biblia y El Corán y dado que la primera vez no entendimos nada, no nos volveríamos a equivocar tanto. “No quería decir burka, sino cariño “ o “No quería decir que quemáramos a los que no pensaban igual , sino que intentáramos aprender de ellos”.

¿Y qué me dicen de ver jugar a Maradona o a Zidanne, como si fuera la primera vez? “¡Este hombre no es de este planeta!” Volvería a exclamar mi padre. Debe ser fascinante no haber visto nunca una película de Alfred Hitchcock o Tim Burton y captar por primera vez ese halo misterioso y espeluznante de terror sin darnos cuenta. O no haber leído nunca 100 años de Soledad y admirarnos con su comienzo:”… Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo…”

La nostalgia de las primeras veces nos acompañará siempre, porque medimos la vida en la cantidad de primeras veces que nos quedan. Pero yo no creo que sea una cuestion de falta de tiempo, las primeras veces que nos queden, sino de ganas. El mundo está lleno de primeras veces esperándonos, hagámoslas bien y disfrutémoslas, porque siempre, siempre las recordaremos. Hagamos ese esfuerzo mientras yo ultimo los detalles de mi invento y vivamos cada instante a tope por si, son esos futuros instantes los que recordaremos toda la vida y a los que querremos volver.